Todos hemos experimentado el dolor postejercicio ocasionado por las agujetas. Sin embargo hay mucha discrepancia sobre su origen y su solución. En este post te explicamos la verdadera realidad.
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Síntomas de las agujetas
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Cuando cambiamos nuestra actividad física y aumentamos la carga deportiva sufrimos un proceso de dolor muscular llamado de forma científica “dolor muscular postesfuerzo de aparición tardia” (DOMS) (Derbi, 1989)
Se caracteriza por un dolor aparece al día de realizar el ejercicio que posee una duración que puede llegar hasta los siete días.
¿Qué son las agujetas realmente?
Los estudios más relevantes sobre las agujetas apuntan a que son la consecuencia de un acúmulo de microroturas microscópicas en la unión miotendinosa originadas principalmente por contracciones excéntricas. Estos daños musculares provocan un acúmulo de metabolitos o sustancias de desecho que propician una reacción inflamatoria e irritativa local.
Remedios para prevenir las agujetas
A continuación veremos cómo influye el uso del agua con azúcar, uno de los remedios utilizados comúnmente para la prevención de agujetas. Y analizaremos varias soluciones que nos ayudarán a prevenir la aparición de las mismas.
El agua con azúcar: ¿solución real o mito?
Se han postulado una gran cantidad de teorías sobre su origen y solución:
- La investigación ha clarificado que el acúmulo de lactato o ácido láctico y su posterior cristalización no son responsables de este fenómeno.
- Se ha extraído contenido muscular en deportistas tras ejercicio intenso, sin encontrarse cristales de ácido láctico.
- El proceso de eliminación del lactato del músculo dura como mucho 1 hora después del ejercicio.
- Incluso en personas con enfermedad de Mc Ardle, incapaces de producir ácido láctico las padecen.
Así mismo, que bebamos agua con azúcar o tomemos fruta antes o después del ejercicio, no disminuirá las probabilidades de su aparición. Como mucho propiciará problemas gastrointestinales, con una posible, incómoda y rápida visita al baño después de un gran retortijón por la cantidad de glucosa ingerida.
¿Que debo de hacer para no tenerlas?
- Gestión de las cargas deportivas: El secreto son las medidas preventivas, que básicamente consisten en realizar programas de aumento de la carga gradual. Que permitan adaptar nuestros músculos al ejercicio. “No por levantarse antes amanece más temprano”.
- La suplementación: Algunos suplementos tras numerosos estudios presentan efectos prometedores. Entre ellos la cafeína, la curcumina, jengibre, los ácidos grasos omega 3, la taurina, los polifenoles o las proteasas.
- El estiramiento: Antes o después de la actividad física no disminuye su riesgo ni se considera una medida preventiva. Lo recomendable antes de un duro entrenamiento o actividad es un buen calentamiento.
¿Y si ya las tengo?
Parece ser que el propio ejercicio es la mejor de las terapias. Sin embargo aunque pueda aliviar su dolor su efecto es temporal. Por esto es recomendable que la actividad de los 1-2 días posteriores al ejercicio que las generó sea mas suave.
- El reposo activo. Parece ser una buena opción, ya que cuando comenzamos a movernos aumenta el aporte sanguíneo en nuestros músculos. Este aporte puede multiplicarse hasta por 16 en comparación con el reposo y supone una ayuda para los procesos regenerativos locales.
- La crioterapia. El efecto frío intenso después del deporte parece disminuir el sangrado y la inflamación post entreno ayudando a la disminución de las agujetas.
¿Debo tener agujetas tras cada entrenamiento de fuerza?
En absoluto, las agujetas no son un indicativo que he realizado un entreno efectivo. Sino más bien son un reflejo de que la dosis de deporte ha sido excesiva y hemos producido un daño muscular elevado. Lo que supone un riesgo para nuestros músculos, pudiéndose propiciar roturas musculares más severas. Estas roturas incluyen lesiones en otras estructuras, como tendones, ligamentos o articulaciones.
La Rabdomiólisis
Los estudios asocian la gravedad de las agujetas a un mayor daño muscular, generándose una elevación de la encima Creatina Quinasa (CK) – señal de destrucción del músculo.
En ocasiones se ignoran las agujetas y se continúa realizando ejercicio sin bajar la actividad. En estos casos puede aparecer un proceso de mayor severidad llamado Rabdomiólisis. Este proceso produce una inflamación muscular crónica. Un buen indicativo es la aparición de una orina oscura, reflejo de los residuos de mioglobina (descomposición de células musculares) por la cantidad de músculo destruido. Esto no debe tomarse a la ligera pues esta sustancia debido a su toxicidad puede desembocar en fracaso renal.
Éste escenario se puede propiciar después de maratones, triatlones, spining excesivos, competiciones de crossfit, o cualquier ejercicio en el que de forma reiterada superemos nuestro límite.