Todos los que practicamos deporte queremos mejorar durante nuestro entrenamiento nuestra capacidad física. No obstante muchos creemos que mientras más entrenemos ejercicios similares mejoraremos más el rendimiento, sin embargo estamos equivocados. Pero … ¿Por qué?
Existen 3 razones principales que debemos conocer si buscamos prosperar en nuestra actividad física.
Adaptación del sistema
Nuestro cuerpo tiende a acostumbrarse a nuestro estilo de vida. Cada vez busca realizar menos esfuerzo ante la misma actividad, esta es una ley biológica que se conoce como la regla del mínimo máximo (Mínimo esfuerzo -máximo resultados). Sin embargo aunque esta ley haya sido una baza muy valiosa para nuestra supervivencia, en el mundo que hoy vivimos puede jugarnos malas pasadas, debido a que durante nuestro entrenamiento , si siempre realizamos el mismo ejercicio nuestro sistema se estanca y acaba disminuyendo su rendimiento.
En el cambio está la virtud
Cuando nuestro cuerpo aprende y comienza a dominar un entrenamiento o ejercicio, este ya deja de suponer un desafío.Por lo que el momento para cambiar reside cuando somos capaces de realizar el ejercicio con la mente ocupada en otro lugar. Es aquí cuando debemos buscar nuevos retos.
Modalidad de cambio
Es recomendable espaciar bien el mismo ejercicio. Variar intensidades de trabajo, repeticiones, series y velocidades. Añadir complicaciones como entranamientos en desequilibrio con materiales como bosus, colchonetas o fitballs, pondrán a prueba nuestro sistema y permitir que evolucione. Una regla muy valiosa es cambiar de rutina cada 4 semanas.