4º espacio intercostal línea mediaxilar
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Cuando el flujo sanguíneo laminar normal dentro del corazón se interrumpe, se crea un sonido audible por el flujo sanguíneo turbulento. Fuera del corazón, la turbulencia audible se denomina soplo, mientras que dentro del corazón se denomina soplo. A continuación se muestra una representación gráfica de los soplos sistólicos y diastólicos.
Los soplos se describen por su momento en el ciclo cardíaco, su intensidad, su forma, su tono, su ubicación, su radiación y su respuesta a las maniobras dinámicas. Gracias a lo anterior, los médicos pueden caracterizar con exactitud la naturaleza de un soplo y comunicar sus hallazgos de forma precisa.
El momento en que se produce un soplo es crucial para un diagnóstico preciso. Un soplo puede ser sistólico, diastólico o continuo durante la sístole y la diástole. Recuerde que la sístole se produce entre los ruidos cardíacos S1 y S2, mientras que la diástole se produce entre S2 y S1.
Con el conocimiento de las posibles afecciones cardiovasculares que causan soplos sistólicos o diastólicos, el clínico puede acotar su diagnóstico diferencial. Así, es importante recordar qué lesiones dan lugar a soplos sistólicos y cuáles a soplos diastólicos.
5º espacio intercostal línea media clavicular
El examen pulmonar es uno de los más importantes y frecuentemente practicados por los clínicos. Aunque la auscultación es la más practicada, tanto la percusión como la inspección son técnicas igualmente valiosas que pueden diagnosticar una serie de anomalías pulmonares como derrames pleurales, enfisema, neumonía y muchas otras.
La percusión fue descrita por primera vez por el Dr. Josef Leopold Auenbrugger, un médico austriaco que observó por primera vez a su padre golpeando los barriles de vino en la bodega de su hotel para determinar cuánto vino quedaba. El hijo aplicó esta técnica a los pacientes cuando se convirtió en médico. Se le atribuye la introducción de la técnica de la percusión en el campo de la medicina. Gran parte de su trabajo tuvo lugar alrededor de 1760, donde describió que al percutir el tórax podía predecir con exactitud el contenido de lo que había en su interior, como se confirmó con los estudios post-mortem que realizó.
El Dr. Peadar Noone se formó en Galway, Dublín, Boston, Reino Unido y Chapel Hill, donde ahora es profesor asociado de medicina y director médico del programa de trasplante de pulmón de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.
Localización del 5º espacio intercostal
En comparación con la ecocardiografía, la auscultación tiene una baja sensibilidad en la detección de lesiones de la válvula aórtica (56,6-73%), pero tiene una alta tasa de acuerdo entre los examinadores y una alta especificidad (92-98%). Por ello, incluso en la era de la alta tecnología, la exploración física sigue desempeñando un papel crucial en la detección, el diagnóstico y la evaluación de la gravedad de la valvulopatía aórtica. Los signos clásicos, como un pulso carotídeo “parvus et tardus”, un soplo sistólico fuerte y tardío en la zona aórtica o un A2 disminuido, se correlacionan con la gravedad de la estenosis aórtica, mientras que una presión de pulso amplia y un soplo regurgitante holodiastólico son los hallazgos distintivos en la regurgitación aórtica crónica significativa.
La valvulopatía aórtica, especialmente la estenosis aórtica (EA), tiene una prevalencia creciente en todo el mundo, por lo que siempre se necesita una buena herramienta de cribado para la selección de los pacientes que se remiten a pruebas adicionales y a procedimientos quirúrgicos o intervencionistas. Durante muchos años, la exploración física basada principalmente en la auscultación cardíaca ha sido la herramienta diagnóstica más útil para el diagnóstico de estas enfermedades. Lamentablemente, la experiencia y el dominio de la auscultación han disminuido en la era moderna, ya que se han desarrollado nuevas tecnologías.
5º espacio intercostal línea mediaxilar
Cuando se realiza correctamente, el examen físico no sólo nos permite hacer un diagnóstico de regurgitación aórtica, sino que también ayuda a determinar sus causas específicas y la presencia de complicaciones como la insuficiencia cardíaca sistólica y diastólica.
La regurgitación aórtica es una de las valvulopatías cardíacas más frecuentes tanto en el ámbito hospitalario como en el ambulatorio. El examen físico es crucial para el diagnóstico de la regurgitación aórtica y también para la identificación de sus causas y posibles complicaciones como la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, es muy importante aprender la técnica adecuada para las diferentes secciones del examen para estar 100% seguro de la presencia o ausencia de cualquier hallazgo. En esta página describiremos la técnica correcta y la medicina basada en la evidencia para las diferentes partes del examen de la regurgitación aórtica, seguida de los diagnósticos diferenciales más comunes.
Al evaluar a un paciente con sospecha de regurgitación aórtica, es importante inspeccionar o palpar el precordio para comprobar la ubicación del Punto de Impulso Máximo (PMI). Normalmente, el PMI se encuentra en el 5º espacio intercostal, en la línea medioclavicular izquierda. Sin embargo, en un paciente con regurgitación aórtica crónica el corazón puede estar agrandado, y en ese caso el PMI estará desplazado inferior y lateralmente.El examen físico del hombro comienza observando al paciente quitarse la camisa. Esta es la primera oportunidad para notar cualquier alteración funcional de la articulación del hombro.