Diagnóstico diferencial de la erupción en las manos
Contenidos
Recomendación clínicaCalificación de la evidenciaReferenciasEl aciclovir oral (Zovirax) debe administrarse de forma precoz en los brotes de eritema multiforme asociados al herpes para disminuir el número y la duración de las lesiones.B29 Se recomienda el aciclovir continuo para prevenir el eritema multiforme recurrente asociado al herpes.A29,34,35
El eritema multiforme suele producirse en adultos de 20 a 40 años de edad,6 aunque puede aparecer en pacientes de todas las edades.1 El virus del herpes simple (VHS) es la etiología más comúnmente identificada de esta reacción de hipersensibilidad, representando más del 50 por ciento de los casos.1,3,7 -10 El Mycoplasma pneumoniae es otra etiología comúnmente reportada, especialmente en niños, así como la infección por hongos.1,11,12 Los medicamentos más frecuentemente asociados con el eritema multiforme son los barbitúricos, las hidantoínas, los antiinflamatorios no esteroideos, las penicilinas, las fenotiazinas y las sulfonamidas.2
Además, se han notificado casos de eritema multiforme asociados a vacunas (difteria-tétanos,13 hepatitis B,14 viruela15), a otros virus (virus de la varicela-zóster,16 hepatitis C,17 citomagalovirus,18,19 y virus de la inmunodeficiencia humana20) y a algunos medicamentos nuevos (candesartán cilexetilo [Atacand],21 rofecoxib [Vioxx; retirado del mercado de EE. UU],22 metformina [Glucophage],23 adalimumab [Humira],24 bupropión [Well-butrin],25 y ciprofloxacino [Cipro]26).
¿Qué causa las lesiones eritematosas?
Se cree que su causa son los complejos inmunitarios IgM depositados en la piel, a menudo como resultado de infecciones víricas o bacterianas, como el virus del herpes simple (VHS) tipo 1 y 2 y las infecciones por Mycoplasma pneumoniae. Más raramente, puede ser una reacción a un fármaco o vacuna, según la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Cuáles son las 3 causas del eritema?
Causas. Se desconoce la causa del eritema multiforme, pero parece ser una reacción alérgica que se produce en respuesta a medicamentos, infecciones o enfermedades. Como se ha señalado anteriormente, suele aparecer asociado al virus del herpes simple o a organismos infecciosos como el Mycoplasma pneumoniae.
Erupción dorsal de la mano
Las lesiones anulares son muy frecuentes y de aspecto llamativo, pero también pueden inducir a error. El término “anular” proviene de la palabra latina “annulus”, que significa anillado.1 Las lesiones aparecen como máculas o manchas circulares u ovoides con una periferia eritematosa y un claro central. La causa más común de las lesiones anulares en la población adulta es la dermatofitosis, que puede diagnosticarse con éxito sin necesidad de una biopsia. Sin embargo, hay otras afecciones que pueden presentar un aspecto muy similar (Tabla 1). El clínico debe excluir otros diagnósticos, especialmente si el paciente ha fracasado en el tratamiento previo de la dermatofitosis.
La tiña corporal se refiere a una dermatofitosis o infección fúngica superficial de la piel, que no sea la de las manos, los pies, el cuero cabelludo, la cara o la ingle.2 Esta afección también se denomina comúnmente tiña, un nombre erróneo que se deriva del aspecto anular que en su día se creía que estaba causado por gusanos invasores. Las principales causas pertenecen a tres géneros: Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. La causa más común de la tiña corporal en Estados Unidos es la infección por Trichophyton rubrum, Trichophyton tonsurans, Trichophyton mentagrophytes y Microsporum canis.1 Todos los dermatofitos son aeróbicos y comparten la capacidad de asimilar la queratina, lo que les permite penetrar en las capas queratinizadas del estrato córneo.3,4
Erupción papular en el dorso de la mano
ResumenLas lesiones rojas palpables no purpúricas son muy frecuentes y tienen un gran número de causas. A menudo son consecuencia de enfermedades inflamatorias cutáneas. Por ello, los signos dermatológicos y extracutáneos asociados, así como el contexto, son una parte importante del diagnóstico diferencial. Los contextos “relevantes” son numerosos y variados: la neutropenia y la inmunodeficiencia, los fármacos recién tomados y el desencadenamiento del frío, por nombrar algunos. Entre las posibles causas se encuentran las infecciones graves (como las septicemias) y las manifestaciones cutáneas en las leucemias: por lo tanto, hay que analizar cuidadosamente la situación clínica de estos pacientes. De hecho, estas lesiones pueden trivializarse fácilmente, siendo muy comunes con causas muy familiares, como las picaduras de insectos o la urticaria.Palabras claveEstas palabras clave fueron añadidas por la máquina y no por los autores. Este proceso es experimental y las palabras clave pueden actualizarse a medida que el algoritmo de aprendizaje mejore.
Fig. 35.1Fig. 35.2Fig. 35.3Fig. 35.4Fig. 35.5Fig. 35.6Fig. 35.7Fig. 35.8Fig. 35.9Fig. 35.10Fig. 35.11Fig. 35.12Fig. 35.13Fig. 35.14Fig. 35.15Fig. 35.16Fig. 35.17Fig. 35.18Fig. 35.19Fig. 35.20Fig. 35.21
Erupción bilateral en las manos
Laurent-Théodore Biett (1781-1840), un dermatólogo de origen suizo, describió por primera vez el fino anillo blanco de descamación en la superficie de las pápulas de la sífilis secundaria, que desde entonces se conoce como “collarín de Biett”[1] Aunque las características clínicas permiten el diagnóstico de la sífilis secundaria en la mayoría de los casos, a veces puede ser difícil diferenciarla de otras dermatosis maculopapulares anulares con descamación. La dermatoscopia se ha utilizado con mayor frecuencia para mejorar la precisión diagnóstica en la evaluación clínica de las lesiones cutáneas pigmentadas, pero también se ha considerado útil en la evaluación de las estructuras vasculares que no son visibles a simple vista. En consecuencia, la dermatoscopia se ha empleado más ampliamente para el diagnóstico diferencial incluso de afecciones cutáneas no pigmentadas, incluidos los tumores y también las dermatosis inflamatorias e infecciosas.[2],[3],[4],[5],[6],[7] Aunque algunas características dermatoscópicas parecen ser muy específicas para una enfermedad concreta, otras pueden observarse en más de una entidad y, por tanto, se consideran “inespecíficas”. Sin embargo, un rasgo dermatoscópico “inespecífico” puede resultar especialmente valioso cuando se combina con otros criterios clínicos y/o dermatoscópicos, formando un conjunto de rasgos relativamente específicos para determinados trastornos.