Carga de entrenamiento y lesiones
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Objetivo: La presente revisión sistemática tuvo como objetivo proporcionar una visión general de la carga de entrenamiento (CA), junto con sus respuestas, el seguimiento durante las sesiones de entrenamiento en jugadoras de fútbol adultas altamente entrenadas y de élite.
Fuente de datos: Se realizaron búsquedas en bases de datos electrónicas (PubMed, Scopus, Web of Science y Ebsco) de estudios relevantes publicados en revistas con revisión por pares, y los criterios de elegibilidad se basaron en el modelo PICOS de acuerdo con las directrices PRISMA.
Selección de estudios: Los estudios se consideraron como sigue: (a) jugadoras de fútbol femenino altamente entrenadas y de élite (>18 años); (b) monitorización continua (duración mínima de 1 semana) de la TL en el contexto de la rutina del equipo; (c) TL recogida de toda la sesión de entrenamiento. Se utilizaron evaluaciones metodológicas cualitativas y criterios de riesgo de sesgo para juzgar los estudios.
Extracción de datos: Se identificaron 1.163 estudios y se incluyeron 16. Los estudios seleccionados se sometieron a un cribado completo para extraer las características de la población; el número de jugadores; el tipo de diseño del estudio; la región en la que se realizó el estudio; los resultados principales.
¿Qué jugador tiene más lesiones?
El ex jugador del Arsenal Abou Diaby ha sido nombrado el jugador más lesionado de la historia del fútbol, según una lista publicada en Reddit, en la que aparecen siete ex jugadores de los Gunners.
¿Qué deportistas se lesionan más?
El fútbol es el deporte que más lesiones provoca, con unas 455.449 anuales. A pesar de todas las protecciones y ayudas que tienen los jugadores, el fútbol ha sido la causa de una plétora de lesiones, siendo una de las más comunes las de rodilla.
Prevención de lesiones deportivas pdf
Las lesiones ocurren. Por desgracia, son un escenario demasiado común en el fútbol. A pesar de las innumerables horas de entrenamiento dedicado, una lesión puede tardar milisegundos en dejar de lado a un jugador, a veces para el resto de la temporada. Teniendo en cuenta el tamaño y la velocidad de estos atletas, no debería sorprender que el fútbol tenga la tasa más alta de lesiones que cualquier otro deporte estadounidense.
El ligamento colateral medial (LCM) es un fuerte ligamento situado en la parte “interna” de la rodilla. Está formado por dos bandas y conecta los huesos del fémur y la tibia. La función principal de este ligamento es impedir el movimiento lateral de la rodilla, junto con el ligamento colateral lateral y otras estructuras. Esta es la lesión de rodilla más común en los jugadores de fútbol americano a nivel de instituto, universitario y profesional, normalmente en los linieres ofensivos y defensivos. Estas lesiones se clasifican de leves (grado I) a graves (grado III). Las lesiones de grado I y II suelen tratarse de forma no quirúrgica con fisioterapia, modificaciones de la actividad y, a veces, con ortesis. Los antiinflamatorios y la aplicación de hielo pueden ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón. La vuelta al juego suele producirse entre varias semanas y dos meses, siempre que los síntomas mejoren. Las lesiones de grado III suelen producirse con otras lesiones, como la rotura del LCA, por lo que el tratamiento de estas lesiones varía.
Jugadores del Tottenham
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las más devastadoras entre los jugadores de fútbol. Un programa de fuerza y acondicionamiento bien planificado que incluya ejercicios de desaceleración, carga excéntrica y ejercicios de mecánica de aterrizaje ayudará a disminuir el riesgo de lesiones sin contacto.
Los entrenadores de fuerza y acondicionamiento juegan un papel importante en el desarrollo e implementación de programas profesionales para sus atletas, con responsabilidades primarias que incluyen el logro de un rendimiento óptimo y la reducción del riesgo de lesiones.
El objetivo de esta revisión fue identificar si un programa estructurado de entrenamiento de fuerza y un protocolo de prevención de calentamiento del LCA se implementan antes del entrenamiento y los partidos, lo que resultaría en una reducción de la incidencia de lesiones del LCA en los jugadores de fútbol masculino. El fútbol es el deporte de mayor participación en todo el mundo, según informa la Federación de Asociaciones Internacionales de Fútbol (21), y los resultados tienen implicaciones significativas en todos los niveles del juego y en el bienestar de los jugadores. Se utilizaron artículos de revistas revisadas por pares de ocho bases de datos en línea publicadas entre 2001-2018 para garantizar la investigación más relevante para su consideración.
Relación carga de trabajo aguda:crónica
“Los datos del Programa de Vigilancia de Lesiones de la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA) indican que, entre los deportes masculinos, las tasas más altas de lesiones se dan en el fútbol y la lucha libre”, escribieron Zachary Y. Kerr, PhD, MPH, epidemiólogo de lesiones y director del Programa de Vigilancia de Lesiones de la NCAA, y sus colegas. “En el caso de las mujeres, las tasas de lesiones más altas se dan en el fútbol y la gimnasia. Las tasas de lesiones estimadas son más altas durante la competición que durante la práctica. Sin embargo, la mayoría de las lesiones en general y dentro de la mayoría de los deportes se producen durante los entrenamientos porque se realizan con más frecuencia que las competiciones.”
Kerr y sus colegas definieron las lesiones como aquellas que se producen en una competición o práctica aprobada por la NCAA y que reciben atención médica por parte de un entrenador deportivo o un médico. La exposición del deportista se definió como la participación de un deportista en una competición o práctica.
Los investigadores informaron de que el 63,8% de las lesiones se produjeron durante los entrenamientos y el 21,9% de las lesiones impidieron a los atletas jugar durante 7 o más días. Las lesiones sufridas en competición fueron más graves que las sufridas en los entrenamientos en términos de lesiones que requirieron cirugía (5,4% frente a 3,1%) y lesiones que requirieron transporte de emergencia (1,4% frente a 0,6%).