La lesión escamosa intraepitelial de bajo grado causa
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El sistema Bethesda combinó los efectos del virus del papiloma humano y la displasia leve/neoplasia intraepitelial cervical de grado 1 en una única categoría denominada lesión intraepitelial escamosa de bajo grado. Se buscó determinar si el tratamiento de las mujeres con lesiones intraepiteliales escamosas de bajo grado por parte de los ginecólogos certificados era diferente para el efecto del virus del papiloma humano frente a la displasia leve/neoplasia intraepitelial cervical de grado 1. Además, se buscó documentar la prevalencia de las pruebas del virus del papiloma humano y el asesoramiento sobre las parejas sexuales por parte de este grupo de proveedores.
Para una prueba de Papanicolaou con efectos del virus del papiloma humano, el 52% de los encuestados realizaría una colposcopia. Para una prueba de Papanicolaou con displasia leve/neoplasia intraepitelial cervical 1, el 86% de los encuestados realizaría una colposcopia (P <0,0001). En el caso de un condiloma comprobado por biopsia, el 33% de los encuestados trataría a la paciente. En el caso de la displasia leve/neoplasia intraepitelial cervical de grado 1 comprobada mediante biopsia, un número significativamente mayor de encuestados trataría a la paciente (45%, P = 0,02). Los encuestados rara vez ofrecieron pruebas rutinarias del virus del papiloma humano y con frecuencia hicieron recomendaciones sobre el examen de la pareja y el uso del preservativo.
Tratamiento de la lesión escamosa intraepitelial
Para desarrollar un cáncer de cuello de útero, es necesario (aunque no suficiente) tener una infección persistente del cuello uterino con un VPH de alto riesgo u oncogénico (VPHr). Prácticamente todos los cánceres de cuello uterino dan positivo en las pruebas de ADN del VPH. Aunque la infección por VPH es necesaria, se requieren otros cofactores asociados que pueden incluir el tabaquismo, el uso prolongado de la píldora anticonceptiva oral (ACO), la coinfección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la alta paridad, la infección por el virus del herpes simple (VHS) y la clamidia trachomatis (CT), la ausencia de circuncisión masculina, la inmunodepresión, así como factores nutricionales y dietéticos.
El VPH es un virus circular de ADN de doble cadena que pertenece a la familia Papillomaviridae. Existen más de 150 genotipos, de los cuales 40 infectan el epitelio escamoso húmedo del tracto anogenital. De ellos, 15 causan cáncer de cuello uterino. Los tipos 16 y 18 causan el 60-80% de todos los cánceres cervicales. Existe una gran variación en la prevalencia de los tipos menores de VPH en África/Asia y otras partes del mundo que también incluye los tipos 31 y 45.
Lesión escamosa intraepitelial de bajo grado displasia leve
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Br J Cancer 90, 975-978 (2004). https://doi.org/10.1038/sj.bjc.6601415Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Síntomas de lesión escamosa intraepitelial de bajo grado
CONTEXTO Y OBJETIVO: Aunque se traten adecuadamente las lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino, existe un riesgo de persistencia o recurrencia. El objetivo aquí fue cuantificar los riesgos de persistencia de las lesiones escamosas intraepiteliales de alto grado, uno y dos años después del tratamiento de escisión electroquirúrgica cervical con márgenes positivos.
RESULTADOS: La búsqueda identificó 7.066 artículos y otros 21 en las listas de referencias de estos trabajos. Tras aplicar los criterios de selección y exclusión, sólo se encontraron cuatro artículos con datos extraíbles. El riesgo de persistencia de lesiones intraepiteliales de alto grado al cabo de un año fue 11,36 veces mayor (intervalo de confianza del 95%, IC: 5,529-23,379, P < 0,0001) en las pacientes con márgenes positivos y, al cabo de dos años, fue cuatro veces mayor (IC del 95%: 0,996-16,164), aunque sin significación estadística.
CONCLUSIÓN: Este metanálisis confirma la importancia de los márgenes positivos como indicador de un tratamiento incompleto tras el primer año de seguimiento y destaca la necesidad de elegir adecuadamente las técnicas electroquirúrgicas en función de la localización y la extensión de la enfermedad, con una estrecha vigilancia de estos pacientes.