Pautas de tratamiento de Lsil
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Las directrices actuales del Programa Nacional de Cribado Cervical (NCSP) no recomiendan el tratamiento de las lesiones intraepiteliales escamosas de bajo grado (LSIL) confirmadas histológicamente; la neoplasia intraepitelial cervical de grado uno (CIN1) o una lesión menor detectada en la biopsia. Estas lesiones se consideran una expresión de una infección productiva por el VPH[2]. La directriz nacional de 2005 para el manejo de las anomalías cervicales detectadas en el cribado[2] recomendaba que las mujeres con anomalías escamosas de bajo grado confirmadas histológicamente se sometieran a una citología convencional repetida (prueba de Papanicolaou) a los 12 y 24 meses, y volvieran al cribado rutinario si ambas pruebas eran negativas o continuaran con la citología anual hasta que dos pruebas consecutivas fueran negativas.
Dentro de los programas de cribado primario del VPH, es habitual que el estado de la citología de una mujer fluctúe entre la anormalidad de bajo grado y el resultado negativo,[2] probablemente debido a la infección por el VPH, la eliminación y la reinfección[2] Dentro de los programas basados en el cribado primario del VPH, las decisiones clínicas pueden basarse en el estado conocido del VPH, así como en la citología.
La lesión escamosa intraepitelial de bajo grado causa infertilidad
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LGSIL, que significa “lesión escamosa intraepitelial de bajo grado”, es uno de los posibles resultados que puede obtener después de una prueba de detección de cáncer de cuello uterino denominada prueba de Papanicolaou o citología. La LGSIL, también llamada LSIL, significa que existe una displasia cervical leve. Las células del cuello uterino muestran cambios ligeramente anormales.
La displasia cervical no es un cáncer, ni siquiera un precáncer, sino una indicación de anomalías en las células del cuello uterino que sugieren un mayor riesgo de cáncer. Un estudio de 1.076 personas con resultados de LGSIL descubrió que sólo el 8,3% desarrolló una neoplasia intraepitelial cervical (NIC) precancerosa.
Puede recomendarse una colposcopia a algunas personas diagnosticadas de LGSIL, incluidas las que tienen una prueba del VPH positiva (especialmente si es positiva para el VPH16 o el VPH18). También puede ser necesaria cuando no se ha realizado la prueba del VPH, o para las personas que se consideran de alto riesgo a pesar de que la prueba del VPH haya sido negativa.
Lesión escamosa intraepitelial de bajo grado con VPH negativo
Para desarrollar un cáncer de cuello uterino, es necesario (aunque no suficiente) tener una infección persistente del cuello uterino con un VPH de alto riesgo u oncogénico (VPHr). Prácticamente todos los cánceres de cuello uterino dan positivo en las pruebas de ADN del VPH. Aunque la infección por VPH es necesaria, se requieren otros cofactores asociados que pueden incluir el tabaquismo, el uso prolongado de la píldora anticonceptiva oral (ACO), la coinfección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la alta paridad, la infección por el virus del herpes simple (VHS) y la clamidia trachomatis (CT), la ausencia de circuncisión masculina, la inmunodepresión, así como factores nutricionales y dietéticos.
El VPH es un virus circular de ADN de doble cadena que pertenece a la familia Papillomaviridae. Existen más de 150 genotipos, de los cuales 40 infectan el epitelio escamoso húmedo del tracto anogenital. De ellos, 15 causan cáncer de cuello uterino. Los tipos 16 y 18 causan el 60-80% de todos los cánceres cervicales. Existe una gran variación en la prevalencia de los tipos menores de VPH en África/Asia y otras partes del mundo que también incluye los tipos 31 y 45.
Síntomas del VPH de bajo grado
CONTEXTO Y OBJETIVO: Aunque se traten adecuadamente las lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino, existe un riesgo de persistencia o recurrencia. El objetivo aquí fue cuantificar los riesgos de persistencia de las lesiones escamosas intraepiteliales de alto grado, uno y dos años después del tratamiento de escisión electroquirúrgica cervical con márgenes positivos.
RESULTADOS: La búsqueda identificó 7.066 artículos y otros 21 en las listas de referencias de estos trabajos. Tras aplicar los criterios de selección y exclusión, sólo se encontraron cuatro artículos con datos extraíbles. El riesgo de persistencia de lesiones intraepiteliales de alto grado al cabo de un año fue 11,36 veces mayor (intervalo de confianza del 95%, IC: 5,529-23,379, P < 0,0001) en las pacientes con márgenes positivos y, al cabo de dos años, fue cuatro veces mayor (IC del 95%: 0,996-16,164), aunque sin significación estadística.
CONCLUSIÓN: Este metanálisis confirma la importancia de los márgenes positivos como indicador de un tratamiento incompleto tras el primer año de seguimiento y destaca la necesidad de elegir adecuadamente las técnicas electroquirúrgicas en función de la localización y la extensión de la enfermedad, con una estrecha vigilancia de estos pacientes.