Tumor de células gigantes frente a quiste óseo aneurismático
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OBJETIVO: Una variedad de enfermedades afectan a la calvaria. Pueden identificarse clínicamente como masas palpables o incidentalmente en exámenes radiológicos. Existen muchas posibilidades de diagnóstico, como las lesiones congénitas, neoplásicas, inflamatorias y traumáticas. El propósito de este estudio es ilustrar las principales lesiones calvariales mediante imágenes de RM, su intensidad de señal y su extensión a sitios vecinos.
MÉTODO: Se realizó un análisis retrospectivo de 81 casos, desde noviembre de 1996 hasta julio de 2001. Los exámenes se realizaron en un equipo de 1,5 T y cada uno de los casos fue probado patológicamente.
Existe una gran variedad de lesiones calvariales que se identifican como masas palpables o como hallazgos incidentales en los estudios radiográficos. El radiólogo tiene una larga lista de diagnósticos diferenciales que incluye lesiones congénitas, traumáticas, inflamatorias y neoplásicas. Su verdadera etiología puede ser desconcertante cuando la evaluación médica se basa únicamente en los hallazgos de las imágenes. La tomografía computarizada (TC) es el método de elección para la evaluación de las lesiones óseas. Sin embargo, la imagen por resonancia magnética (IRM) es capaz de mostrar estas lesiones en una fase más temprana mientras están restringidas a la médula ósea. También muestra los tejidos blandos y la afectación intracraneal cuando se utilizan agentes de contraste paramagnéticos.
Quiste óseo aneurismático del cráneo
ResumenLas lesiones líticas del cráneo incluyen una amplia gama de enfermedades, que van desde afecciones benignas como granulaciones aracnoideas o lagunas vasculares, hasta lesiones malignas agresivas como linfomas o metástasis. Por lo tanto, una caracterización temprana y correcta de la naturaleza de la lesión es crucial para conseguir una opción de tratamiento rápida y adecuada. En esta revisión presentamos el aspecto radiológico de las lesiones líticas del cráneo más frecuentes, describiendo los hallazgos de las diferentes modalidades de imagen (radiografías simples, TC y RM), con especial atención a las claves diagnósticas y a los diagnósticos diferenciales.Puntos didácticos- Las lesiones osteolíticas del cráneo pueden ser difíciles de diagnosticar. – La asociación de diferentes técnicas de imagen puede ayudar a la interpretación de las imágenes.- La información clínica y un amplio conocimiento de los posibles diagnósticos diferenciales es esencial.- Algunos tumores osteolíticos, aunque benignos, pueden presentarse como lesiones localmente agresivas.- Las lesiones malignas requieren una estadificación precisa, seguida de enfoques de tratamiento variables.
Quiste craneal
Tabla 1 Clasificación según el patrón de afectación óseaTabla completaPseudolesionesLas pseudolesiones craneales son muy frecuentes y suelen ser sencillas.Granulaciones aracnoideas (pacchionian)Las granulaciones aracnoideas (pacchionian) (Fig. 1a) son la pseudolesión más común. Constituyen protuberancias normales de la aracnoides en los senos venosos y el diploe. A menudo crecen y se vuelven hipertróficas con la edad. En las imágenes, consisten en defectos de llenado burbujeante no realzados y bien circunscritos en los senos venosos o en hendiduras líticas a través de la tabla interna con un borde esclerótico cuando afectan al hueso. La señal de la TC y la RMN corresponde al líquido cefalorraquídeo. Suelen localizarse cerca de los senos transversales o superiores [5].
Fig. 2Displasia fibrosa. T2WI (a), T1WI post-contraste (b) y NECT (c). Lesión expansiva con claro componente lítico-quístico (flechas) y tejido fibroso “en vidrio esmerilado” (cabezas de flecha) claramente representado en la NECT, profundamente hipointenso en T2, que realza de forma heterogéneaImagen a tamaño completoQuistes epidermoides y dermoidesLos quistes epidermoides son lesiones no neoplásicas de crecimiento lento. Pueden ser congénitos, derivados de la inclusión ectodérmica durante el cierre del tubo neural o adquiridos de forma secundaria a un traumatismo o intervención. A pesar de su naturaleza benigna, es posible un crecimiento expansivo [19, 20].Los quistes dermoides son teratomas maduros revestidos de epitelio que pueden contener varios tipos de tejidos maduros, típicamente localizados cerca de la línea media [20].En las imágenes, estas lesiones pueden surgir del propio hueso o afectarlo por contigüidad desde los tejidos adyacentes intra o extracraneales. Son lesiones expansivas y bien definidas que pueden provocar una lisis o remodelación del hueso adyacente no agresiva. El contenido quístico del epidermoide puede ser heterogéneo con calcificación y hemorragia, pero sus características suelen ser similares a las del líquido, siendo el hallazgo más destacado la intensa restricción de la difusión. Los dermoides contienen característicamente grasa (Fig. 3) [19, 21].
Rango de edad del quiste óseo aneurismático
Correspondencia: Young-Cho Koh. Department of Neurosurgery, Konkuk University Medical Center, 120-1 Neungdong-ro, Gwangjin-gu, Seúl 05030, Corea. Tel: +82-2-2030-7357, Fax: +82-2-2030-7359, Email: kohyc@kuh.ac.kr
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Quiste óseo aneurismático (ABC) es una rara lesión ósea no neoplásica que afecta principalmente a los huesos largos y vértebras y puede ocurrir muy raramente en los huesos craneofaciales. Los ABC pueden aparecer como patologías óseas secundarias en asociación con diversos tumores óseos benignos y malignos y con la displasia fibrosa (DF). La DF es una patología ósea no neoplásica común que afecta principalmente a los huesos craneofaciales. El ABC secundario que se produce en la DF craneofacial es extremadamente raro, con sólo unos 20 casos descritos en la literatura hasta la fecha. En este caso, informamos de un caso de ABC secundario en una mujer de 25 años que ha tenido una deformidad craneofacial durante más de 10 años y que se presentó ante nosotros con una masa pulsátil y dolorosa de rápido crecimiento en la región frontal derecha que comenzó más de 2 meses antes del ingreso. Al examinar minuciosamente las exploraciones cerebrales por tomografía computarizada y resonancia magnética tomadas con un intervalo de dos meses, se diagnosticó un ABC agresivo y de rápido crecimiento, que surgía de la FD frontal derecha. La paciente fue sometida a una embolización preoperatoria seguida de una resección total del ABC y una craneoplastia. El seguimiento a los 6 meses no mostró ninguna recidiva del ABC, ni se observó ninguna progresión de la FD.