Síntomas del páncreas Ipmn
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El paciente es un varón de 61 años con antecedentes de colitis que acudió al servicio de urgencias tras sufrir un traumatismo abdominal por una caída. Como parte del estudio, se le realizó un TAC que reveló un foco de baja atenuación sin contraste en la apófisis uncinada de la cabeza del páncreas de 2,5 x 2,3 cm. Posteriormente, se realizó una ecografía endoscópica que reveló una masa ovalada de 33 mm por 21 mm, mixta, sólida y quística, con dos focos hiperecoicos en la cabeza del páncreas. Se tomó una muestra amplia de la lesión con una aguja de 25 g para su evaluación citológica.
Se realizó una evaluación intraprocedimental de los portaobjetos teñidos con Diff-Quick (figuras 1 y 2). El espécimen se consideró adecuado para la evaluación, pero se aplazó el diagnóstico a la espera de la evaluación de los frotis teñidos de Papanicolaou (figuras 3 y 4) y del material del bloque celular teñido con H&E (figura 5).
En el examen macroscópico, la muestra de Whipple estaba formada por la cabeza del páncreas, un segmento del duodeno, el estómago distal, el conducto cístico y la vesícula biliar. En la parte posterior de la muestra destacaba una masa gomosa de 2,7 x 2,5 x 2,3 cm completamente encapsulada que se encontraba a 1,8 cm del margen más cercano. La superficie de corte era parcialmente quística y las áreas restantes consistían en tejido sólido pálido, amarillo-marrón y blanco-canela con áreas focales de hemorragia. (figura 6).
Tratamiento del quiste pancreático
Las lesiones quísticas pancreáticas (LCP) son un amplio grupo de tumores pancreáticos que presentan características demográficas, morfológicas, histológicas y clínicas diversas. En los últimos años se ha producido un gran aumento del número de pacientes con LCP. El aumento de la prevalencia podría deberse a la importante mejora de las tecnologías de imagen, al mayor conocimiento de su existencia y al crecimiento de la población que envejece. Además, los LCP se descubren cada vez más en pacientes que, por lo demás, son asintomáticos (1). Los estudios basados en imágenes informan de que la prevalencia de los LCP oscila entre el 1,2% y el 19% (1-3). Entre 24.039 tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), 290 pacientes (1,2%) tenían quistes pancreáticos, y la mayoría de los pacientes no tenían antecedentes de pancreatitis (4). En una serie de autopsias de 300 pacientes, se encontraron 186 lesiones quísticas en 73 de los 300 casos de autopsia (24,3%) (5). La prevalencia de los quistes aumenta con la edad (2).
Los LCP pueden clasificarse de forma sencilla en dos clases principales: quistes no neoplásicos y quistes neoplásicos (Recuadro 1). Los quistes neoplásicos se definen más comúnmente como neoplasias quísticas pancreáticas (NCP). Es importante distinguir los quistes no neoplásicos de los neoplásicos o los quistes no mucinosos de los mucinosos, ya que estos últimos se consideran lesiones premalignas. En general, los quistes no neoplásicos representan hasta el 80% de todos los LCP. Sin embargo, la tasa de NPC aumenta significativamente con la edad (1,4). Los métodos de diagnóstico, los algoritmos de gestión y las opciones de tratamiento de los LCP se han desarrollado considerablemente en los últimos años. En este capítulo, se revisan los principales tipos de LCP en función de los recientes avances en el diagnóstico y el tratamiento.
Ipmn mri
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Cómo citar este artículo: Abraham AS, Simon B, Eapen A, Sathyakumar K, Chandramohan A, Raju RS, et al. Papel de las imágenes transversales (TC/ RM) en la caracterización y distinción de las lesiones quísticas benignas de las malignas/potencialmente malignas del páncreas. J Clin Imaging Sci 2020;10:28.
El objetivo del estudio fue evaluar la precisión de la tomografía computarizada/resonancia magnética (TC/RM) en la caracterización de las lesiones quísticas del páncreas y en la diferenciación entre lesiones benignas y malignas/potencialmente malignas.
Se realizó un estudio retrospectivo en pacientes con lesiones quísticas pancreáticas que se sometieron a imágenes preoperatorias y a cirugía entre octubre de 2004 y abril de 2017 en un hospital universitario de atención terciaria. Las imágenes fueron revisadas en busca de características específicas y diagnósticos registrados de forma independiente por dos radiólogos que estaban cegados al informe del examen histopatológico (HPE). La precisión del diagnóstico radiológico se evaluó con el HPE como estándar de referencia.
Proceso uncinado del páncreas
ResumenLas lesiones quísticas del páncreas (LQP) son frecuentemente hallazgos casuales en exámenes radiológicos realizados por otros motivos en pacientes con síntomas no relacionados. Como requieren un manejo diferente según su naturaleza histológica, el diagnóstico diferencial es esencial. El radiólogo juega un papel clave en el diagnóstico y manejo de estas lesiones, ya que la imagen es capaz de caracterizar correctamente la mayoría de ellas y, por lo tanto, dirigir un manejo correcto. El primer paso para una correcta caracterización es buscar una comunicación entre los CPL y el conducto pancreático principal, y luego, es esencial evaluar la morfología de las lesiones. La edad, el sexo y los antecedentes de patologías pancreáticas previas son datos importantes para el diagnóstico diferencial. Dado que algunos CPL con diferentes antecedentes patológicos pueden mostrar los mismos hallazgos morfológicos, el diagnóstico diferencial puede ser difícil y, por lo tanto, el diagnóstico final puede requerir otras técnicas, como la ecografía endoscópica, la aspiración con aguja fina y la biopsia con aguja endoscópica, y el manejo multidisciplinar es importante para un correcto manejo.