Lesión del cartílago
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La articulación de la rodilla está formada por tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula. Los extremos de los huesos están cubiertos por un tejido duro y blanco, parecido al teflón, conocido como “cartílago articular”, que ayuda a los huesos a deslizarse suavemente con el movimiento de la articulación. Cuando el cartílago articular se desgasta con la edad, se denomina artrosis. El cartílago articular también puede dañarse durante una lesión por torsión o pivote, o por un impacto directo en la rodilla. Estas lesiones se conocen como lesiones condrales.
Los mecanismos de lesión más comunes son las caídas, las lesiones deportivas o los accidentes de tráfico. Las lesiones del cartílago articular también pueden producirse en asociación con lesiones de los ligamentos de la rodilla, como roturas del LCA o lesiones de menisco. En ocasiones, pueden desprenderse pequeños trozos de cartílago que flotan alrededor de la rodilla como “cuerpos sueltos”. Sin embargo, en ocasiones no hay una historia clara de una sola lesión. La afección puede ser el resultado de una serie de lesiones menores que se han producido a lo largo del tiempo.
Abordaje de las lesiones de cartílago – Dr. Bashir Zikria
El cartílago articular o hialino es un tejido especializado de origen mesenquimal que proporciona un entorno suave y de baja fricción para los movimientos articulares adecuados. Distribuye la carga aplicada sobre el hueso subcondral y absorbe las fuerzas de tracción, cizallamiento y compresión ejercidas. El cartílago hialino está formado por condrocitos que apenas están incrustados en la matriz extracelular, que está compuesta principalmente por un 65 a 80% de agua, colágeno tipo II y proteoglicanos (Figura 1)1. El cartílago propiamente dicho es avascular, aneural y alinfático, y los nutrientes los recibe por difusión desde el revestimiento sinovial circundante.
Se desconoce la incidencia exacta de las lesiones del cartílago en la población atlética, pero informes publicados recientemente han demostrado la existencia de patología articular en el 60-70% de los pacientes sometidos a artroscopia de rodilla2. Además, la frecuencia de las lesiones del cartílago ha aumentado tanto en los atletas de alto nivel competitivo como en los recreativos (Figura 2). Las lesiones del cartílago pueden ser aisladas, pero suelen producirse con lesiones (traumáticas) de los tejidos blandos, como desgarros de menisco, rotura de ligamentos y tendones e incluso dislocaciones articulares. Aunque es metabólicamente activo, la capacidad intrínseca de curación del cartílago es limitada y, una vez dañado, rara vez se cura espontáneamente. Las lesiones de cartílago de espesor parcial no se curan en absoluto y las lesiones de espesor total que penetran en el hueso subcondral se rellenan con tejido fibrocartilaginoso compuesto predominantemente por colágeno de tipo I, que no consigue restaurar las propiedades originales de la matriz nativa.
Gestión de las lesiones del cartílago articular
Desde que el 24 de febrero el siete veces All-Star Tracy McGrady, de los Houston Rockets, se sometió a una operación de microfractura en la rodilla que puso fin a la temporada, se ha prestado una nueva atención a las lesiones del cartílago en los deportistas. Las lesiones del cartílago de la rodilla son comunes en los atletas universitarios y profesionales de todos los deportes, aunque las actividades de contacto y de alto impacto aumentan en gran medida el factor de riesgo.
Hay dos tipos de cartílago en la rodilla: el cartílago articular y el menisco. El cartílago articular proporciona una superficie lisa para que los huesos se deslicen entre sí y como amortiguador. A diferencia de la mayoría de los tejidos del cuerpo, el cartílago articular que recubre las superficies de nuestras articulaciones no tiene capacidad inherente para regenerarse. Nacemos con lo que tenemos y protegerlo es de suma importancia, ya que las lesiones y la pérdida progresiva de cartílago pueden provocar un desgaste degenerativo y artritis. Las lesiones focales del cartílago producidas por un traumatismo pueden afectar a cualquiera de las superficies de la rodilla, incluidas las superficies femoral, tibial y rotuliana. Los defectos bipolares o “de beso” se producen cuando las superficies opuestas de una articulación presentan lesiones patológicas. Son los más difíciles y problemáticos de tratar.
Lesión del cartílago: ¿Qué significa para usted?
Las lesiones del cartílago articular son frecuentes en los jugadores de fútbol y son el resultado de una tensión articular crónica o de lesiones traumáticas agudas. Las lesiones del cartílago articular suelen provocar un deterioro doloroso y progresivo de la función articular y limitan la participación deportiva. El tratamiento de las lesiones del cartílago articular en los deportistas tiene como objetivo devolver al jugador a la competición, y requiere una restauración eficaz y duradera de la superficie articular que se asemeje al cartílago articular hialino normal y que pueda soportar las elevadas tensiones articulares del fútbol. Las técnicas actuales de reparación del cartílago articular pueden devolver al atleta con lesiones del cartílago articular a los deportes de alto impacto, pero el tratamiento no produce un cartílago articular normal, y esto limita la tasa de éxito y la durabilidad de la reparación actual del cartílago en los atletas. Los nuevos conceptos científicos y las técnicas de tratamiento que aplican las modernas tecnologías de ingeniería tisular prometen un mayor avance en el tratamiento de estas desafiantes lesiones en la población atlética de alto impacto. Revisamos los conocimientos actuales sobre la fisiopatología, la epidemiología y la etiología de las lesiones del cartílago, y esbozamos los algoritmos de tratamiento existentes, las opciones de tratamiento en desarrollo y las estrategias futuras para tratar las lesiones del cartílago articular en los futbolistas.