El pie duele cuando se aplica presión
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Los problemas de pies y tobillos llevan a millones de estadounidenses a la consulta de su podólogo local cada año. Quejándose de dolor, rigidez, hinchazón o diversas deformidades, muchos de estos pacientes son diagnosticados y tratados por afecciones menores del pie, como juanetes, callos, pies planos, pie de atleta, verrugas o uñas encarnadas. Para problemas musculoesqueléticos más complejos, los pacientes deben acudir a un especialista ortopédico en pie y tobillo.
Por ejemplo, las cinco lesiones más comunes de pie y tobillo que se enumeran a continuación son todas ellas tratadas por un ortopedista. En el Instituto Ortopédico Rothman de Mercerville, nuestro equipo de especialistas en pie y tobillo está formado por cirujanos ortopédicos y médicos podólogos. Si usted está tratando con los síntomas de un problema de pie o tobillo, le invitamos a hacer una cita para recibir un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan de tratamiento eficaz.
El tendón de Aquiles, el más grande del cuerpo, conecta los dos músculos primarios de la pantorrilla con el hueso del talón. El tendón discurre a lo largo de la parte posterior del tobillo y es especialmente susceptible de inflamarse debido al uso excesivo. Esta afección se denomina tendinitis de Aquiles y puede abordarse con el tratamiento de la tendinitis de tobillo.
Tendinitis tibial posterior
Aunque el dolor en el arco del pie es común en los atletas, puede ocurrirle a cualquiera, tanto si le gusta el ejercicio como si disfruta de la vida con calma. Esto se debe a que los arcos del pie hacen mucho trabajo cada día. Absorben el impacto cuando caminas o corres, y soportan tu peso cuando estás de pie.
Si alguna vez has caminado descalzo por la arena húmeda, probablemente sepas cómo es la huella de tu pie. La huella del pie descalzo de la mayoría de los adultos tiene un hueco en la parte interior, entre la bola del pie y el talón. Ahí es donde están los arcos del pie. (Los bebés y los niños pequeños no tienen arco. De hecho, los niños desarrollan un arco cuando tienen entre 3 y 10 años).
Cada pie tiene tres arcos: dos longitudinales (a lo largo del pie) y uno transversal (a lo ancho del pie). El arco longitudinal lateral está en la parte exterior del pie, y el medial, en la parte interior. Los arcos laterales actúan como pilares del arco transversal.
Los músculos, los tendones y los ligamentos forman los arcos del pie. Juntos crean una estructura que soporta el peso del cuerpo cuando se está de pie, se camina o se corre. Los arcos actúan como amortiguadores o trampolines.
Dolor en el interior del pie al correr
Muchos de nosotros damos por sentado los arcos de nuestros pies, pero los arcos no son inútiles. Los arcos del pie existen porque los tendones del pie y de la parte inferior de la pierna se juntan para hacer espacio en la parte inferior del pie. Si esos tendones fallan, el arco desaparece. Cuando esto ocurre, se altera la biomecánica del pie y de la pierna y puede dar lugar a una larga lista de lesiones por estrés que pueden dejarte cojeando, o incluso atrapado en la cama. Los arcos caídos, también conocidos como hiperpronación o sobrepronación, amenazan la integridad de tu pie.
Los arcos caídos, o pies planos, se producen cuando los tendones no trabajan juntos para mantener los arcos de los pies elevados. Para algunas personas, comienza como una anomalía de nacimiento, pero también puede ser el resultado de una lesión, como tendones estirados, desgarrados o dañados.
Los arcos de los pies no son una casualidad del diseño. La biomecánica de la parte inferior de la pierna y del pie es excepcionalmente complicada (piense en ciencia espacial), e incluso una pequeña alteración de la función de la pierna y el pie puede causar dolor y lesiones incapacitantes.
Arcos caídos
¿Qué es una rotura de la fascia plantar? La fascia plantar es una banda gruesa de tejido en la parte inferior del pie que se extiende desde el talón hasta los dedos. Proporciona estabilidad y apoyo a su arco. Una causa común de dolor de talón conocida como fascitis plantar puede ocurrir cuando la fascia se inflama. La fascia plantar también puede desgarrarse o romperse de forma traumática. Esto puede ocurrir al saltar o caer desde una altura o durante actividades como correr o jugar al baloncesto. Si sufre una rotura de la fascia plantar, puede oír o sentir un “chasquido” en el arco. También es probable que experimente un dolor agudo con hematomas e hinchazón en el arco y el talón.
La rotura de la fascia plantar es muy dolorosa y requiere un tratamiento adecuado. El diagnóstico de una rotura de la fascia plantar se realiza mediante un historial y un examen completos. También pueden ser necesarias radiografías y, en ocasiones, una resonancia magnética.
Tratamiento y recuperación de una rotura de la fascia plantarEl tratamiento de una fascia plantar desgarrada comienza con un periodo de inmovilización y muletas, seguido de una bota para caminar. Se iniciará la fisioterapia y se confeccionará una ortesis de apoyo a medida para disminuir la tensión en la fascia. La recuperación puede durar entre 9 y 12 semanas. Normalmente no es necesaria la cirugía, porque la fascia tiende a curarse bien por sí sola. De hecho, un tratamiento quirúrgico para el dolor de talón causado por la fascitis plantar consiste en cortar y alargar la fascia tensa.