Usos del láser de argón en oftalmología
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El tratamiento tiene dos objetivos esenciales: la ablación o destrucción del tejido en el que se produjeron los impactos de la fotocoagulación y la formación de cicatrices en la retina para producir la adhesión entre las capas de la retina y el epitelio pigmentario de la misma.
En el caso de la retinopatía diabética, la principal indicación es destruir una gran parte de la retina que carece de oxígeno (isquémica) para evitar el crecimiento de nuevos vasos (neovasos) y prevenir las hemorragias en el gel vítreo que requerirían cirugía (vitrectomía).
Otra de las principales indicaciones de la fotocoagulación con láser es el tratamiento de los desgarros de retina. El objetivo es generar cicatrices que sellen los bordes de las roturas retinianas para evitar que el líquido de la cavidad vítrea se filtre y desprenda la retina.
El efecto destructivo del láser es especialmente útil para tratar las lesiones tumorales que podamos encontrar en la retina. Sin embargo, es cierto que existen otros tratamientos menos agresivos con buenos resultados anatómicos.
Fotodisrupción
Más del 40% de las personas que padecen diabetes tienen algún grado de retinopatía diabética, una afección que hace que los vasos sanguíneos anormales pierdan sangre y otros fluidos en los ojos. Esto puede provocar daños en la retina y, finalmente, ceguera. Afortunadamente, los avances de la medicina moderna han encontrado formas nuevas y eficaces de evitar que estas enfermedades progresen y le roben la vista.
En Retina Specialists en Dallas, DeSoto, Plano, Mesquite y Waxahachie, Texas, nuestro equipo de oftalmólogos expertos ofrece la terapia láser de fotocoagulación panretiniana (PRP) para tratar diversas enfermedades que pueden dañar sus retinas. Exploremos qué es la terapia láser PRP y qué condiciones mejoran con este tratamiento.
La terapia láser PRP es un tratamiento innovador que elimina y detiene el crecimiento de los vasos sanguíneos anormales en su ojo. Ofrecemos dos formas de administrar el PRP -coagulación focal y dispersa- para abordar sus necesidades específicas.
La retinopatía es una afección ocular potencialmente peligrosa que se produce cuando los vasos sanguíneos pierden sangre y otros fluidos en la retina, lo que provoca la formación de tejido cicatricial. La retinopatía también hace que crezcan nuevos vasos sanguíneos anormales en sus ojos, aumentando la fuga.
Fotocoagulación láser dirigida
1. Láser focal: Este tipo de láser se utiliza para sellar los vasos sanguíneos anormales que gotean y que causan edema macular (hinchazón) y, por tanto, pérdida de visión. Resulta especialmente útil en el caso de los edemas debidos a la diabetes y a las oclusiones de las ramificaciones venosas de la retina. Esto ayuda a disminuir la posibilidad de una mayor pérdida de visión.
2. Fotocoagulación con láser panretiniano (PRP): Se trata de un tratamiento con láser de alta energía que se utiliza para hacer retroceder los nuevos vasos sanguíneos anormales (neovascularización) que son comunes en la retinopatía diabética proliferativa, las oclusiones de las venas y arterias de la retina y otras enfermedades. Este tratamiento está diseñado no para mejorar la visión, sino para disminuir las posibilidades de futuras complicaciones de la neovascularización como la hemorragia vítrea , el desprendimiento de retina y el glaucoma neovascular.
3. Retinopexia láser: Se utiliza para sellar desgarros de retina y pequeños desprendimientos de retina. Con el tiempo, el láser provoca la adhesión de la retina a las capas más profundas de la pared del ojo, con lo que disminuyen las posibilidades de que el defecto retiniano se agrande. Este tipo de láser también puede utilizarse durante la retinopexia neumática, o para complementar ciertos procedimientos quirúrgicos realizados en el quirófano.
Ajustes de la retinopexia láser
La cirugía moderna de la retina se ha beneficiado enormemente de la introducción de los tratamientos con láser. La gran mayoría de las aplicaciones a la cirugía de la retina implican el uso de láseres, que producen luz visible. La longitud de onda, la potencia y la duración de la luz utilizada dependen de la naturaleza del tejido a tratar.
1. El modo de soldadura: Los desgarros de retina y los pequeños desprendimientos de retina se tratan soldando la retina al tejido subyacente para evitar el desprendimiento de retina. La soldadura térmica por puntos se utiliza para rodear completamente una lesión y evitar la fuga de líquido bajo la retina.
2. El modo destructivo o de coagulación del tejido: Utilización de la energía térmica del láser para cicatrizar tejidos como aneurismas, vasos sanguíneos con fugas o tumores. El tratamiento con láser se coloca sobre y alrededor de estas lesiones para impedir que sangren, tengan fugas o crezcan.
3. El modo de activación: Se puede utilizar un láser no abrasador o “frío” para activar un tinte químico especial que detendrá el desarrollo del tejido cicatricial. Esto se hace en tratamientos como la terapia fotodinámica para la degeneración macular o la coriorretinopatía serosa central.