¿Cuál es la gravedad de la enfermedad isquémica crónica de pequeños vasos?
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A diferencia de la materia gris, que contiene cuerpos celulares neuronales, la materia blanca está compuesta por los procesos largos de estas neuronas. Los procesos axonales están envueltos por vainas de mielina, y es la composición lipídica de estas vainas la que da nombre a la sustancia blanca. En este capítulo se describen una serie de enfermedades caracterizadas por la afectación de la sustancia blanca. A continuación, se analizan la hidrocefalia y los trastornos neurodegenerativos.
La marcada sensibilidad de las imágenes ponderadas en T2 (T2WI) permite detectar fácilmente las lesiones de la sustancia blanca, lo que proporciona una alta sensibilidad para la detección de lesiones. Sin embargo, la dificultad a la que se enfrenta el radiólogo es que una amplia gama de enfermedades puede implicar a la sustancia blanca y, por lo tanto, las lesiones de la sustancia blanca suelen ser de naturaleza inespecífica, es decir, de baja especificidad. La especificidad de la caracterización de las lesiones surge al combinar la comprensión de las distintas enfermedades de la sustancia blanca y sus correspondientes características clínicas con la morfología de la lesión y su distribución anatómica. Esta combinación de información clínica y datos de imagen es la piedra angular que permite al radiólogo generar una lista de diagnóstico diferencial precisa y significativa.
Qué es la enfermedad isquémica crónica de pequeños vasos del cerebro
El diagnóstico de la enfermedad cerebral de pequeños vasos (EVP) es difícil porque no hay consenso sobre los criterios clínicos y, por tanto, la imagen es importante para el diagnóstico. La mayoría de los pacientes se someten a imágenes cerebrales mediante tomografía computarizada (TC), que puede detectar accidentes cerebrovasculares isquémicos, hemorragias y atrofia cerebral, y también puede indicar cambios en la sustancia blanca. La resonancia magnética (RM) sigue siendo la modalidad clave de neuroimagen y se prefiere a la TC en el deterioro cognitivo vascular (DCV) porque tiene mayor sensibilidad y especificidad para detectar cambios patológicos. Estas modalidades de morfología por imagen permiten detectar lesiones vasculares tradicionalmente atribuidas al DCV en áreas subcorticales del cerebro, infartos únicos o lagunas en áreas estratégicas (tálamo o giro angular), o grandes lesiones cortico-subcorticales que alcanzan un umbral crítico de pérdida de tejido. En la SVD se pueden observar múltiples lesiones puntuales o confluentes en la sustancia blanca mediante RMN y se denominan leucoaraiosis. Otro de los principales hallazgos de neuroimagen de la enfermedad de pequeños vasos en la DCV son las microhemorragias. Sin embargo, aunque la TC y la RM son capaces de detectar lesiones morfológicas, estas modalidades no pueden determinar las consecuencias funcionales de los cambios patológicos subyacentes.
Tratamiento de la enfermedad isquémica de pequeños vasos
Existen varias localizaciones de las lesiones de la sustancia blanca. Las que están alrededor de los espacios negros centrales se denominan “lesiones de sustancia blanca periventricular”. Las situadas entre la corteza y los ventrículos, con algún espacio intermedio, se denominan simplemente “lesiones de sustancia blanca”. También hay subtipos en la “sustancia blanca profunda”, por debajo de los ventrículos, algunos en el cerebelo, y a veces se ven en el tronco cerebral. Esta página se centra en las lesiones superiores alrededor de los ventrículos.
Las lesiones de la sustancia blanca se observan mejor en la secuencia de IRM “T2 FLAIR” de las imágenes cerebrales. La TC no es tan sensible. Cuanto mejor (más potente) sea el imán de la IRM, más lesiones se verán. Así, las RMN realizadas en unidades de 3T contemporáneas verán más lesiones de materia blanca y más pequeñas que las realizadas en escáneres “abiertos”. Desde el punto de vista patológico, las PWM corresponden a zonas de adelgazamiento de la mielina y gliosis, y
Las lesiones cerebrales de la sustancia blanca son comunes, alarmantes y a menudo calificadas de “incidentales” por los médicos. Tal vez por esta razón, el autor de esta página (el Dr. Hain) ha recibido varias veces correos electrónicos con peticiones enérgicamente formuladas para debilitar el lenguaje relativo a las consecuencias cognitivas de las lesiones de la sustancia blanca. Me limito a informar de lo que dice la literatura y, por desgracia, “es lo que hay”. Aun así, en respuesta, he ajustado el lenguaje en algunos lugares para utilizar términos más “académicos” para la reducción de la función mental.
Tratamiento natural de las enfermedades cerebrales de los vasos pequeños
1 Departamento de Radiología, Azienda Ospedaliero Universitaria, Di Cagliari – Polo Di Monserrato, S.S. 554 Monserrato (Cagliari) 09045, Italia2 Brown Univeristy, Rhode Island, Estados Unidos3 Division Of Diagnostic And Monitoring, AtheroPoint(TM), Roseville, Estados Unidos
La “enfermedad de la sustancia blanca” identifica una serie de condiciones y mecanismos patológicos diferentes: autoinmunes, infecciosos, tóxico-metabólicos y vasculares. Cada uno de ellos conduce a una alteración global del proceso de mielinización neuronal mediante la destrucción secundaria de estructuras previamente mielinizadas. Hasta la fecha, el espectro de imágenes representa una herramienta insustituible para detectar estas lesiones, describir sus patrones de distribución y estadificarlas en el tiempo. El objetivo de este estudio es presentar una revisión pictórica de la enfermedad de la sustancia blanca, desde la patología hasta el espectro de imágenes, informando de los principales sistemas de estadificación actuales con mayor énfasis en la relación entre la enfermedad cerebrovascular y la apariencia de hiperintensidad de la sustancia blanca, y los avances más recientes en este campo.