Lesión medular
La lesión medular sin anomalías radiográficas (LME) son los síntomas de una lesión de la médula espinal (LME) sin evidencia de lesión en la columna vertebral en las radiografías o la tomografía computarizada.[4][5] Los síntomas pueden incluir entumecimiento, debilidad, reflejos anormales o pérdida del control de la vejiga o los intestinos.[2] También es frecuente el dolor de cuello o espalda.[3] Los síntomas pueden ser breves o persistentes.[3] Algunos no desarrollan síntomas hasta unos días después de la lesión.[3]
Las causas pueden incluir colisiones con vehículos de motor, caídas, lesiones deportivas y traumatismos no accidentales.[3][2] Se proponen varios mecanismos subyacentes, como la contusión de la médula espinal, la lesión del suministro de sangre a la médula espinal y el estiramiento excesivo de la médula.[3] Se recomienda la realización de una resonancia magnética (RM) para determinar si existen otros problemas.[2]
El tratamiento suele basarse en los resultados de la IRM y en la persistencia o no de los síntomas[2]. Si la IRM es normal y los síntomas se han resuelto, puede recomendarse la no utilización de un collarín cervical o una breve intervención quirúrgica para inmovilizar el cuello durante tres meses[2]. Si la IRM es anormal, puede llevarse a cabo una intervención quirúrgica para mantener el cuello inmóvil[2].
Vértebras cervicales wikipedia
Una lesión es cualquier daño fisiológico en un tejido vivo[1] causado por un estrés físico inmediato. Una lesión puede producirse de forma intencionada o no intencionada y puede ser causada por un traumatismo cerrado, un traumatismo penetrante, una quemadura, una exposición tóxica, una asfixia o un sobreesfuerzo. Las lesiones pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, y a cada una de ellas se asocian diferentes síntomas.
El tratamiento de una lesión importante suele estar a cargo de un profesional de la salud y varía mucho según la naturaleza de la lesión. Las colisiones de tráfico son la causa más común de lesiones accidentales y de muerte relacionada con lesiones entre los seres humanos. Las lesiones son distintas de las afecciones crónicas, los traumas psicológicos, las infecciones o los procedimientos médicos, aunque la lesión puede ser un factor que contribuya a cualquiera de ellos.
Las lesiones pueden ser intencionadas o no intencionadas. Las lesiones intencionadas pueden ser actos de violencia contra otros o autolesiones contra la propia persona. Las lesiones accidentales pueden ser imprevisibles o estar causadas por una negligencia. Los tipos más comunes de lesiones no intencionadas por orden son los accidentes de tráfico, las caídas, los ahogamientos, las quemaduras y las intoxicaciones accidentales. Algunos tipos de lesiones son más comunes en los países desarrollados o en los países en desarrollo. En los países en desarrollo es más probable que las lesiones de tráfico maten a los peatones que a los conductores. Las quemaduras por escaldado son más comunes en los países desarrollados, mientras que las lesiones por llama abierta son más comunes en los países en desarrollo[2].
Tetraplejia
Los tumores espinales son neoplasias localizadas en la columna vertebral o en la médula espinal[1]. Existen tres tipos principales de tumores espinales clasificados según su localización: extradurales e intradurales (intradural-intramedular e intradural-extramedular). Los tumores extradurales se localizan fuera del revestimiento de la duramadre y suelen ser metastásicos[2] Los tumores intradurales se localizan dentro del revestimiento de la duramadre y se subdividen a su vez en tumores intramedulares y extramedulares. Los tumores intradurales-intramedulares se localizan dentro de la duramadre y el parénquima de la médula espinal, mientras que los tumores intradurales-extramedulares se localizan dentro de la duramadre pero fuera del parénquima de la médula espinal. El síntoma de presentación más común de los tumores espinales es el dolor de espalda nocturno[1]. Otros síntomas comunes son la debilidad muscular, la pérdida de sensibilidad y la dificultad para caminar[1]. La pérdida del control de los intestinos y de la vejiga puede producirse durante las últimas fases de la enfermedad[3].
Se desconoce la causa de los tumores medulares. La mayoría de los tumores extradurales son metastásicos, por lo general, del cáncer de mama, próstata, pulmón y riñón.[4] Hay muchos factores genéticos relacionados con los tumores intradurales, más comúnmente la neurofibromatosis 1 (NF1), la neurofibromatosis 2 (NF2) y el síndrome de Von-Hippel Lindau (VHL). [El tipo más común de tumores intradurales-extramedulares son los meningiomas y los tumores de la vaina nerviosa[5] El tipo más común de tumores intradurales-intramedulares son los ependimomas y los astrocitomas[6] El diagnóstico implica una evaluación médica completa seguida de imágenes con una TC o una IRM. En ciertos casos se puede obtener una biopsia para categorizar la lesión si el diagnóstico es incierto[1][4][5].
Lesión medular C1 c2
El síndrome de la arteria espinal anterior (también conocido como “síndrome de la médula espinal anterior”) es un síndrome causado por la isquemia de la arteria espinal anterior, que provoca la pérdida de función de los dos tercios anteriores de la médula espinal. La región afectada incluye el tracto corticoespinal descendente, el tracto espinotalámico ascendente y las fibras autonómicas. Se caracteriza por la correspondiente pérdida de la función motora, la pérdida de la sensación de dolor y temperatura y la hipotensión.
El síndrome de la arteria espinal anterior es la forma más común de infarto de la médula espinal[1]. La médula espinal anterior tiene un mayor riesgo de infarto porque está abastecida por la única arteria espinal anterior y tiene poca circulación colateral, a diferencia de la médula espinal posterior que está abastecida por dos arterias espinales posteriores.
Los síntomas suelen aparecer muy rápidamente y a menudo se experimentan una hora después del daño inicial. La RMN puede detectar la magnitud y la localización del daño entre 10 y 15 horas después del inicio de los síntomas. Se puede utilizar la imagen ponderada por difusión, ya que es capaz de identificar el daño a los pocos minutos del inicio sintomático[1].