Complicaciones de la fusión espinal
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La vertebroplastia y la cifoplastia son procedimientos mínimamente invasivos utilizados para tratar las fracturas por compresión vertebral de la columna vertebral. Estas dolorosas fracturas en forma de cuña pueden estar causadas por la osteoporosis y las lesiones. Si no se tratan, pueden provocar una joroba en la columna vertebral (cifosis). Al restablecer la altura de la vértebra con un globo e inyectar cemento en el hueso fracturado, los pacientes pueden recuperarse más rápidamente y reducir el riesgo de futuras fracturas.
En las fracturas por compresión vertebral (FVC), el cuerpo se hunde en sí mismo (más en la parte delantera que en la trasera) produciendo una vértebra “encajada” (Fig. 1). Cuando varias vértebras adquieren forma de cuña, las personas pueden desarrollar una columna vertebral encorvada, denominada cifosis. Las personas con huesos debilitados por la osteoporosis (una disminución del calcio) o el mieloma múltiple (cáncer de la médula ósea) son especialmente propensas a las fracturas por compresión. Actividades como levantar un objeto pesado, estornudar o toser pueden provocar fracturas. Las FVC pueden provocar dolor de espalda, reducción de la actividad física, depresión, pérdida de independencia, disminución de la capacidad pulmonar y dificultad para dormir.
Hombros sobre la almohada
P J Siddall.Información adicionalLa conferencia Sir Ludwig Guttmann, y la reunión (47ª Reunión Científica Anual de la Sociedad Internacional de Médula Espinal, Durban, Sudáfrica, 30 de agosto-3 de septiembre de 2008).Derechos y permisosImpresiones y permisosAcerca de este artículoCite este artículoSiddall, P. Management of neuropathic pain following spinal cord injury: now and in the future.
Spinal Cord 47, 352-359 (2009). https://doi.org/10.1038/sc.2008.136Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
La mejor posición para dormir
Aunque algunas personas con dolor crónico disfrutan de enormes beneficios con la estimulación de la médula espinal, estos dispositivos no funcionan para todos. El neurocirujano William S. Anderson, especializado en neurocirugía funcional, que incluye técnicas de neuromodulación, explica por qué algunos pacientes optan más tarde por revertir el procedimiento.
“La razón más común para la retirada del estimulador medular es el alivio inadecuado del dolor”, dice Anderson. Como regla general, los cirujanos aspiran a una reducción del dolor de al menos el 50% cuando implantan inicialmente un estimulador medular, pero no hay una forma objetiva de medir los niveles de dolor. “Solemos dejar que los pacientes decidan si se quedan con el dispositivo o no; la mayoría vive con el estimulador durante dos o tres años antes de plantearse su retirada”.
Un estimulador medular, aunque es un dispositivo seguro y probado, puede experimentar problemas después de estar implantado durante varios años. Esto puede ocurrir por muchas razones, como fallos mecánicos, infecciones y falta de eficacia en general.
Además de no proporcionar un alivio suficiente del dolor, un estimulador medular puede dar lugar a problemas que requieran procedimientos adicionales para mantener o reposicionar el dispositivo. Estos problemas pueden incluir:
Complicaciones de la fusión espinal años después
El dolor es un problema grave para muchas personas con lesiones medulares (LME). El dolor después de una LME puede producirse en partes del cuerpo en las que hay una sensación normal (sensibilidad), así como en zonas que tienen poca o ninguna sensibilidad. El dolor es muy real y puede tener un impacto negativo en la calidad de vida. Una persona con dolor intenso puede tener dificultades para realizar sus actividades diarias o para participar en pasatiempos agradables.
La mayoría de las personas con LME afirman tener dolor crónico. El dolor crónico es un dolor que no desaparece y que dura de meses a años. La causa del dolor puede ser desconocida, pero la mayoría de las veces está relacionada con el daño nervioso causado por la LME o con los problemas musculoesqueléticos que surgen al tratar una LME. El dolor puede aparecer y desaparecer. El dolor crónico es difícil de eliminar por completo, pero a menudo puede controlarse o reducirse lo suficiente como para que no abrume su vida.
El dolor crónico puede causar o empeorar problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad y el estrés. Esto no significa que el dolor esté “todo en tu cabeza”, sino que el dolor y la angustia pueden empeorarse mutuamente.