Tipos de lesiones
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Heridos frente a lesionados
Una lesión deportiva puede ser molesta y agonizante al mismo tiempo. Tanto si se trata de un deportista activo como de uno ocasional, el protocolo de tratamiento y la prevención de las lesiones deportivas más comunes siguen siendo los mismos.
La mayoría de las lesiones deportivas suelen estar causadas por métodos de entrenamiento inadecuados, anomalías estructurales, debilidad en los músculos, tendones y ligamentos y entornos de ejercicio poco seguros. La causa más común de una lesión deportiva es un entrenamiento inadecuado o un conocimiento deficiente.
La ruptura de la meseta en el régimen de entrenamiento puede lograrse haciendo una pausa. Además, estos descansos ayudan a evitar las lesiones por sobreuso de los mismos músculos y tendones desgastados al confundir el patrón de “memoria muscular” de los deportistas, preparándolos y permitiéndoles afrontar y prosperar en nuevos retos.
Algunas lesiones por sobreuso son el resultado de lesiones repetidas y microscópicas en una parte concreta del cuerpo, como ocurre con muchos corredores de larga distancia, que pueden sufrir lesiones por sobreuso incluso después de años de correr con regularidad.
La superficie dura y desigual de las carreteras, combinada con los movimientos repetitivos, puede provocar estas lesiones. Los elementos de subida y bajada pueden causar una tensión adicional en los tendones y músculos de la parte inferior de la pierna.
Lesiones
Siguiendo la revisión de Moreno et al, “la investigación epidemiológica parece indicar que las lesiones deportivas se producen principalmente en poblaciones jóvenes, posiblemente no sólo por la mayor frecuencia de práctica a esta edad, sino también por el tipo de deportes practicados”.
“El sexo femenino es más vulnerable que el masculino, en particular a las lesiones capsulo-ligamentosas que, por otra parte, son las más frecuentes en ambos sexos, junto con las lesiones musculares”[1][2
Los deportistas, ya sean profesionales o no, trabajan mucho su cuerpo, sometiéndolo a situaciones especialmente estresantes, no sólo desde el punto de vista mecánico, sino también desde el punto de vista emocional.
Los primeros objetivos para la prevención de las lesiones musculoesqueléticas residen en las técnicas de entrenamiento neuromuscular, con la adaptación y modificación de los hábitos y las recomendaciones en el uso del equipamiento accesorio.
Desde nuestro punto de vista como expertos en el tratamiento del dolor, una persona que mejora su dolor con un tratamiento multidisciplinar, debidamente planificado en equipo, necesita un mantenimiento basado en un plan de optimización deportiva.
Lesiones deportivas
El término “lesión deportiva” se refiere a los tipos de lesiones que suelen producirse durante la práctica de deportes o ejercicios, pero no se limitan a los atletas. Los trabajadores de las fábricas sufren codo de tenista, los pintores se lesionan el hombro y los jardineros desarrollan tendinitis, aunque no practiquen deporte. Sin embargo, en última instancia, las “lesiones deportivas” se refieren a las que se producen en personas activas. Este tema de salud se centra en los tipos más comunes de lesiones deportivas: las que afectan al sistema musculoesquelético. El sistema musculoesquelético es la red de músculos, tendones, ligamentos, huesos y otros tejidos que proporciona al cuerpo estabilidad y permite el movimiento.
Las lesiones deportivas se dividen en dos grandes categorías, lesiones agudas y crónicas. Las lesiones agudas se producen de forma repentina, como cuando una persona se cae, recibe un golpe o se tuerce una articulación, mientras que las lesiones crónicas suelen ser el resultado del uso excesivo de una zona del cuerpo y se desarrollan gradualmente con el tiempo. Ejemplos de lesiones agudas son los esguinces y las dislocaciones, mientras que algunas lesiones crónicas comunes son las espinillas y las fracturas por estrés.