Dislocación de la articulación de la rodilla
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Tanto si practicas un deporte de forma competitiva como recreativa, cada vez que te pones el traje para jugar, corres el riesgo de sufrir varias lesiones, entre ellas una rotura de menisco. Definitivamente puede recuperarse de ella, e incluso tener una buena oportunidad de volver a la cancha o al campo, pero sólo si toma las precauciones adecuadas y sigue diligentemente el plan de tratamiento.
Nuestro experto equipo de médicos ortopédicos está especializado en conseguir que vuelvas a la vida y a las actividades que te gustan después de tu lesión. Si se ha roto el menisco, empezamos por asegurarnos de que el diagnóstico es preciso. Algunos síntomas son consistentes con la mayoría de las lesiones de menisco, incluyendo ese sonido de chasquido que escuchó, seguido de hinchazón, dolor y rigidez en la rodilla. Pero para estar seguros, hacemos una radiografía o una resonancia magnética, o incluso utilizamos un endoscopio para ver lo que ocurre bajo la superficie.
El menisco es un pequeño trozo de cartílago que amortigua la articulación de la rodilla. El hueso del muslo (fémur) se conecta al hueso de la espinilla (tibia) en la articulación de la rodilla. Para evitar que esos huesos se rocen entre sí y para absorber el impacto, el menisco proporciona una barrera suave entre ambos. Si plantas el pie y te tuerces, puedes romper el menisco.
Ejercicios después de la reparación del menisco
Los giros bruscos de la rodilla pueden provocar una rotura de menisco, incluso cuando el pie está en el suelo. Esta es la razón por la que las roturas de menisco son comunes entre los atletas que practican deportes que requieren movimientos rápidos, como el fútbol, el rugby o el baloncesto.
Cuando se tiene una postura de pie plano, aumentan las posibilidades de lesionarse el menisco. Un pie plano afecta a la alineación del pie, lo que a su vez afecta a la funcionalidad de los ligamentos, tendones y músculos de la rodilla, así como a todo el cuerpo.
Para llegar a un diagnóstico adecuado, su médico le preguntará sobre lesiones anteriores y le realizará pruebas ortopédicas en la rodilla para identificar la rotura de menisco. Se pueden utilizar radiografías para descartar una fractura. La resonancia magnética y la tomografía computarizada se suelen utilizar para diagnosticar la rotura.
El tratamiento de la rotura de menisco depende de la naturaleza del desgarro, es decir, si es parcial o completo. En general, el tratamiento comienza con el reposo completo de la rodilla lesionada, el uso de una compresa fría para reducir la hinchazón de la región y el mantenimiento de la rodilla en posición elevada.
Ejercicios de rotura de menisco
Una rotura de menisco, como muchos otros problemas de rodilla, puede ser dolorosa y debilitante. Lamentablemente, es bastante frecuente. Independientemente del tipo, tamaño o forma de la rotura de menisco, es difícil saber si la fisioterapia junto con las inyecciones o la meniscectomía (afeitado quirúrgico parcial o total) pueden funcionar o no. Nuestros clínicos realizan una evaluación exhaustiva y comprenden plenamente la situación antes de cualquier llamada. Sin embargo, este blog proporciona información esencial de la manera más sencilla posible para entender la complejidad de la toma de decisiones en torno a
¿Qué es exactamente un menisco? Es una porción de cartílago que amortigua y estabiliza la articulación de la rodilla. Protege los huesos del deterioro. Por otro lado, basta con una buena torsión de la rodilla para que el menisco se rompa. En determinadas situaciones, un trozo de cartílago desgarrado se desprende y queda atrapado en la articulación de la rodilla, lo que provoca bloqueos, chasquidos y enganches. A veces se siente que la rodilla cede como si fuera a colapsar al caminar.
Dolor en el interior de la rodilla
Un menisco sano actúa como amortiguador y proporciona una superficie suave para que la rodilla se deslice. Un desgarro del menisco impide la rotación de la rodilla, lo que provoca dolor y bloqueo. Las lesiones de menisco son frecuentes, sobre todo entre los deportistas.
El menisco es una estructura de la articulación de la rodilla que abarca y amortigua el espacio entre el fémur (hueso del muslo) y la tibia (hueso de la espinilla). Hay dos meniscos en cada rodilla: uno en el interior (el menisco medial) y otro en el exterior (el menisco lateral).
Cada uno está formado por un fuerte fibrocartílago y tiene forma de media luna o de la letra “C”. Estos meniscos parecen ventosas que se moldean cuidadosamente a la forma de las superficies articulares del fémur y la tibia.
La forma y el tamaño del menisco le permiten cumplir varias funciones. Cuando usted se pone de pie, su peso es soportado uniformemente a través de las piernas y hasta las rodillas. La tensión que este peso ejerce sobre la rodilla es aún mayor al caminar, correr y saltar. El menisco funciona como amortiguador para evitar que los huesos de la articulación de la rodilla choquen entre sí y se dañen. También transmite la carga de su peso de manera uniforme a través de la articulación de la rodilla. Este reparto de la carga ayuda a prevenir las lesiones de rodilla y es extremadamente importante para la función y la salud de la rodilla.